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TEJIDO SOCIAL Este blog va dirigido a todas las Escuelas de Psicología Social, directivos, profesores, alumnos, personas que tengan ideas y ganas de expresarse etc. Con el propósito de darles un espacio para poder publicar sus inquietudes, sus comentarios, sus pensamientos. Nuestra revista tiene el objetivo primario de unir las voces de los que quieren ser escuchados, de aquellos que no tienen la oportunidad de expresarse.

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Alumno de la Escuela de Psicología Social para la Salud Mental, Sede San Miguel. Direc. Académico Alfredo Moffatt. Direc.Estela I. Cordero.
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Una pastillita contra la exclusión social

viernes, 9 de diciembre de 2011 , Posted by J. G. at 13:25

Tejido Social, un blog informativo con el apoyo de la Escuela de Psicología Social para la Salud Mental-Sede San Miguel- Director Académico Alfredo Moffatt- Directora Estala I. Cordero. Director del Blog Julio C. Gardella.


Hace nueve años, un grupo de jóvenes que estudiaba psicología 
social vio que los usuarios de los servicios de salud mental del 
Valle tenían necesidades que trascendían al suministro de 
medicamentos.Por eso, decidieron armar un taller 
expresivo-artístico que hoy cumple un nuevo aniversario. 
Una historia de resistencia, de amor y, sobre todo, de compañerismo.
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Neuquén > En términos literarios, existe una teoría que fundó el genial Ernest Hemingway denominada “la teoría del iceberg”. En pocas palabras, el norteamericano explicaba que lo más importante nunca termina de contarse. Así, las grandes y pequeñas historias se han construido y se construyen en base a la palabra, pero sobre todo a los hechos, a lo vivido.
Entonces, si pudiésemos plantar un puente que trascienda la literatura y que se ancle en el aquí y ahora,  podríamos hablar de una gran historia gestada en la ciudad y que está basada en lo que suenan abstracciones como el amor, la solidaridad y el compañerismo.
Sin embargo, comenzaron a tener forma cuando un estudiante de Psicología Social comenzó a involucrarse en un taller de coro que se dictaba en la Casita Psico-Social del Hospital Regional. El taller,  “Canción con todos”, impulsado por los camilleros del servicio, fue el puntapié para que Gustavo Lupano tomara las riendas de esta historia. 
En ese momento, él y sus compañeros sintieron la necesidad de contarle a la comunidad lo que ahí se estaba gestando: una práctica que cortaba con la medicalización de la “locura” y planteaba otras formas de trabajar los síntomas. Y, entendieron, que había que cortar con la práctica de la invisibilización y el encierro de los sufrientes mentales.
De ese modo, crearon Domingo Terciopelo, un espacio en el que la comunidad neuquina podía ser partícipe de manera activa -o no- de un hecho que nunca antes se había suscitado: la comunión entre usuarios del servicio de Salud Mental (con diversas patologías) y una sociedad que, hasta entonces, les había dado la espalda.
La Escuela de Psicología Social de la Patagonia comenzó a ser el lugar de encuentro de la juventud que se acercaba a ver una banda -por los Domingo pasaron bandas que gestaron tantas otras- a disfrutar de la lectura de poesía, o a escuchar las canciones del taller Canción con Todos.
Después fue el momento de darle una vuelta de tuerca más política al espacio y así nació Artepidol, el taller creativo-expresivo con un posicionamiento más claro: la necesidad de derribar los muros sobre las concepciones y los estigmas que separan a unos de otros.
Ya para el 2003, el espacio de la Escuela comenzó a quedar chico y los “artepidolescos” decidieron mudarse al Teatro Ámbito Histrión que los encuentra, una vez al mes, con los “Domingo Terciopelo”.
El espacio ya constituido cumple nueve años y por eso,  la ardua tarea de sostener un lugar independiente, autogestionado, que no cuenta con el apoyo del Estado ni de ningún privado, es algo que merece ser celebrado. A horas de una nueva edición del Domingo Terciopelo, Gustavo “Rulo” Lupano -el mentor del proyecto- y Laura Corihuala, una de las coordinadoras del taller, hicieron su balance y viven este momento como una “gran fiesta de locos/as”.

 
¿Cómo es el balance de estos 9 años de resistencia creativa?
El balance es realmente muy bueno porque los “Domingos” se han convertido en un espacio de referencia para la comunidad, no sólo de producción artística sino de comunidad, donde la gente va a encontrarse, a vincularse y a resignificarse a través del arte.  Pero sobre todo, y lo más importante, es que la gente ha perdido muchos prejuicios y comenzó a vincularse con eso que no conocía. La batalla más importante es cultural porque es donde hay que derribar esos mitos. Por eso, en una época y una tierra como en la que vivimos, en donde las cosas aparecen y desaparecen y pasan desapercibidas por la falta de apoyo y políticas que apoyen espacios terapéuticos, expresivos y creativos, es un orgullo decir que estamos cumpliendo nueve años y tener ganas y perspectivas de proyectarnos muchos más. Nosotros empezamos con ocho  personas sentadas en el piso de la Escuela, mirando las actividades. Hoy, llenamos el Histrión cada vez que nos presentamos.

Artepidol suena a pastilla…

Exactamente: Artepidol viene de resignificar la palabra “Alopidol”, que es un medicamento base que le suministran a los internados para producir quietud y “aquietamiento” de las reacciones en quienes padecen cualquier problema psicológico. El nombre surgió porque un día estábamos en el taller de arte, que no tenía nombre, y en un recreo con mates de por medio, nos pusimos a charlar sobre la medicación y nos dimos cuenta que la mayoría de los que estaban tomaban la misma. Por eso empezamos un juego de asociación entre las pastillitas de colores y la paleta de colores que usábamos para pintar. Hasta que dijimos: “No queremos más Alopidol, queremos Artepidol”. Todos necesitan la pastilla pero no la quieren: la mayoría de las drogas psiquiátricas son neurotóxicas, producen en mayor o menor grado una incapacitación neurológica. Detienen las conductas que disgustan a algunos, incapacitando a la persona, que ya no puede sentirse enojada, infeliz o deprimida. Pero, ¿podemos llamarle curación? Desde Artepidol no pretendemos “curar” a nadie, sólo aliviar angustias e intentar armar el presente a través de la visualización de un proyecto de vida.
 
¿Qué rol tiene el arte en Artepidol?
Nos fuimos dando cuenta con el resto de los compañeros que a través de talleres expresivos se propiciaba un lugar donde el encuentro, el amor, la escucha, la visualización, la habilitación de la palabra construida de manera colectiva, permitía redescubrir las potencialidades y capacidades creativas que todos tenemos. Capacidades que muchas veces se coartan por la medicalización. Sin embargo, no estamos en contra de ella, sólo que sostenemos que esa no es la única manera de ayudar a los sufrientes mentales. Tiene que haber terapias creativas, temporales, grupales. Eso devendrá después de la expresión. Porque todo esto permite una inserción social. Es fundamental que haya espacios de terapia dignos.
 
¿Se puede hablar, entonces, de una “recuperación”?
El sufrimiento mental no es como un virus que entra, pasa y se va. El sufrimiento mental es algo que puede aplacarse pero que, si no se contiene bien, puede volver. ¿Quién no se ha sentido mal y ha decidido aislarse durante un tiempo? Por eso, la “recuperación” de una persona requiere un montón de otras cosas, pero sobre todo la habilitación de la palabra para que el malestar fluya y se exprese a partir de la circulación de esa bronca y de esa angustia. Y, generalmente, parte del contacto con el otro y de no sentirnos solos. La creación moviliza mecanismos inconscientes profundos que permiten a uno conectarse con ese núcleo sano que reside en todos, por más lastimados que estemos en nuestra historia o en nuestra psiquis. Siempre hay algo que resiste, una luz, que está relacionada con lo sano y conectarse con eso, a través del arte, permite el camino a la salud. Por eso, el arte es una herramienta de transformación y no un entretenimiento o un hecho meramente estético. No nos interesa el valor estético, sino lo terapéutico. Lo estético deviene después.
En 2009 participaron en el 10° Festival y Congreso Latinoamericano de Artistas Internados y Externados de Hospitales Psiquiátricos en Mar del Plata “Una puerta a la libertad”, organizado por el Frente de Artistas del Borda con “Una obra artepidolesca”. Este martes volverán a viajar a Chapadmalal para presentarse en la 11º edición.

 
¿Qué estarán mostrando en Mar del Plata y qué sensación les causa ser considerados el espacio de referencia en la Patagonia?
Realmente es una experiencia muy buena participar por segunda vez y llegar a fin de año representando al Alto Valle con nuestro arte. Esta vez seremos una comisión de veintitantos compañeros que viajaremos de manera autogestiva, con el dinero que recolectamos en los Domingos, pero sobre todo con la solidaridad de la gente.
Esta vez,  vamos a ir con la segunda obra de teatro de Artepidol, “Un sueño de locos”, que pretenderá hacer un repaso por nuestra sociedad a través de los sueños. Nos presentaremos el viernes, en el teatro Roxy de Mar del Plata y el sábado presentaremos el documental “Hasta que todos los muros caigan”, filmado en 2009 y que cuenta nuestra historia y nuestra filosofía. De este modo, quienes no quieran quedarse fuera de esta actividad que se construye con hechos y con las palabras justas, podrán pasar hoy, desde las 17, por el Ámbito Histrión. Un lugar donde caben, en algo más que un par de metros cuadrados, las esperanzas de jóvenes que, de la mano del arte y no de las pastillas, construyen una segunda oportunidad de vida.  (G.W)

A modo de festejo
Los festejos comenzaron el viernes, en la Unidad de Detención nº 16, en donde los usuarios del taller Artepidol presentaron su obra de teatro “Un sueño de locos” ante las presidiarias. Esa misma noche estuvo la presentación de Radio La Colifata, del Hospital de Salud Mental Borda, en el Ámbito Histrión (Chubut 240). Hoy, a las 17, en la misma sala, será el turno de una nueva edición de Domingo Terciopelo, en donde tocarán bandas amigas y también estarán los colifatos. Están todos y todas invitados.
Generar condiciones de autonomía (*)
Participar del aniversario del Domingo Terciopelo significa participar de la celebración de un proyecto muy lúcido que hace de la creación una herramienta de transformación que propicia el encuentro y la promoción de la salud.
Por eso, celebramos el hecho de poder compartir este momento, porque proyectos como Artepidol o La Colifata, saben transformar situaciones de dolor extremo para la creación y la salud.
Conocí el proyecto hace unos años y me parece que lo que tenemos en común es una experiencia que va a lo profundo, que no es banal y que es alegre. Porque desmanicomializar es eso: crear alternativas superadoras. No sólo de criticar un estado de las cosas, sino crear experiencias que superen lo manicomial.
Hace un año, cuando se promulgó la Ley Nacional de la Salud Mental -una ley que difundimos desde La Colifata también-, viene a romper el paradigma de la atención de salud mental porque se desarrolla desde una perspectiva de derechos de los usuarios. Además, garantizaría una atención digna, una ley que promueva los espacios de atención en situación de externación y que sostenga la vida en comunidad de estas personas. También se hace eje en lo laboral y en la posibilidad de comenzar emprendimientos que mejoren la calidad de vida de los internados y externados.
En conclusión, creo que hay que apoyar, celebrar y, sobre todo, promover estos espacios como Artepidol o Radio La Colifata ya que, en censos que hemos realizado con nuestros externados, sacamos una gran conclusión: con el sistema de salud como está, generalmente más del 50% de los externados vuelven a ser internados por no participar
de espacios de contención, creativos y expresivos y el promedio de quienes sí acuden a estos espacios suele ser el de un 10%. Estos espacios ayudan a producir condiciones de autonomía para sus vidas.
 
(*) Alfredo Olivera, psicólogo fundador y director de La Colifata.

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