Obra social retira pacientes del hostal psiquiátrico denunciado en la Justicia.
Tejido Social, un blog informativo con el apoyo de la Escuela de Psicología Social para la Salud Mental-Sede San Miguel- Director Académico Alfredo Moffatt- Directora Estala I. Cordero. Director del Blog Julio C. Gardella.
Los damnificados primero irán por la vía penal, y luego continuarán por la civil
La lucha de Héctor, el papá de un joven de 23 años, que sufriera graves quemaduras mientras estaba internado en el hostal psiquiátrico “Don Julio”, del paraje “El Molino”, sigue su curso en la faz judicial, y además repercutió en la disminución al máximo de las actividades dentro del centro privado.
Según relató a LA VOZ, la obra social IOMA decidió “retirar a 7 pacientes” del lugar denunciado en la Justicia por supuestos malos tratos, cuando hace 3 meses, momento en que sucedieron los hechos, “tenía 11”.
El objetivo del padre de la víctima, indignado por ver las heridas que tenía su hijo, siempre fue lograr el cierre de la institución ubicada en las afueras de la ciudad. Y prácticamente, esa meta se vio cumplida, luego de la difusión mediática del caso.
Cuando termine su curso la investigación penal, que cursa en la UFI N? 12, Héctor irá a fondo con las acciones civiles reclamando la indemnización que generó tamaño perjuicio en la salud del chico. La demanda apuntará contra quien se sindica como el titular legal del hostal, “el psiquiatra Roberto Berkunsky, pues el enfermero, César Correa era supuestamente el encargado pero no figura en ningún papel”, relató el damnificado.
El lamentable episodio de las quemaduras ocurrió el pasado 6 de agosto. Pasaron casi 3 meses, y todavía el joven no obtuvo el alta, lo que da la dimensión de las lesiones. “Al menos le faltan 10 días más”, comentó Héctor, para luego agregar que durante todo este tiempo, su hijo no pudo recibir la correspondiente terapia psicológica que hace a su problema mental, ya que las clínicas no pueden recibirlo sin haberse curado definitivamente de la dolencia física.
Otro trastorno que tiene que afrontar la familia es que “no conseguí ninguna clínica en Tandil, y lo tengo que llevar a Buenos Aires”, apuntó el entrevistado.
El hogar está ubicado en Independencia 3.116, en la zona de "El Molino". El joven estuvo internado durante más de un año en el lugar.
"Al principio, Correa me describió el hostal como un lugar con pocos pacientes y atención personalizada, me dijo que era evangelista y concurría a una Iglesia de avenida Avellaneda. Entonces supuse que mi hijo iba a estar contenido, protegido y cuidado conforme al padecimiento que sufre", relató el denunciante.
Pero al pasar el tiempo, "me di cuenta que lo manifestado no se iba concretando, comprobé que a los pacientes no les dan bien de comer, y a veces no les dan”. Asimismo mencionó que a algunos pacientes los ataban a los árboles, por padecer patologías violentas.
Asimismo, Héctor denunció que las personas que atienden a los enfermos no serían profesionales.
Otra denuncia tiene que ver con que su hijo no habría recibido la medicación que él le llevaba.
HERIDAS
La gota que rebasó el vaso fueron las quemaduras que recibió el joven con una estufa -pantalla- a garrafa. Primero sufrió heridas en la pierna derecha. En ese momento "fui a atenderlo yo, no fue una quemadura muy grave, lo hablé con la gente del hostal, y me prometieron que algo se iba a hacer. Entonces adquirieron un calentador eléctrico que colgaron en una pared. Pero la estufa no la sacaron".
Pero mientras Héctor buscaba otro hogar para trasladar al hijo, "se volvió a prender fuego la pierna con la misma estufa. Esta vez fue bastante grave, en la parte posterior del muslo. Hoy lo estamos atendiendo, fue al cirujano plástico y tratamos de evitar hacer injertos de piel", aseveró.
“Tengo conocimiento de otras personas que debieron sacar a sus familiares de ese hostal por las mismas razones. Ellos tuvieron la suerte de retirarlos antes de que les pasara algo como a mi hijo", lamentó Héctor.
Añadió que "a veces los pacientes eran cuidados por la cocinera, que no tiene título de enfermera y por más buena persona que sea, no es la persona indicada".
"Haré todo en la faz judicial para evitar que se siga tratando a los pacientes mentales de esa manera, este sitio no debería existir", aseveró al ventilar el caso.
Luego fue más allá: "consta en la causa que el día que se quema mi hijo, la mujer que estaba a cargo, quien no es enfermera, trató de comunicarse con Correa y no pudo. Entonces, desde el desconocimiento, le puso crema dental en la herida. Ella misma manifiesta que no tienen botiquín de primeros auxilios. Hace 10 años que funciona el hostal", profundizó.
Luego apareció otro denunciante, de nombre Marcelo, quien por la radio narró: “yo tuve a mi mujer internada en junio y julio del año pasado. En lo personal, y también a nivel general, es mucho lo que se sufre porque los casos son dramáticos. Mi mujer me comentaba, y yo lo veía cada vez que iba porque observaba que no había ningún profesional. También me decía que no le daban de comer o que era muy poca la comida”.
Asimismo, agregó que pese a contar con salidas autorizadas “en ningún lugar estaba apuntada la medicación que tenía que tomar”. Inclusive, agregó que su esposa cada vez que salía “retiraba de un mueble los remedios que tenía que tomar sin el control de un especialista”.
La Voz de Tandil
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